Según Aristóteles, hay tres tipos de saberes: productivos, que tienen como finalidad la producción de objetos; prácticos, que tienen como finalidad la regulación de la conducta (estos dos primeros están orientados a la acción), por último, los teóricos que no están orientados a la acción, no tienen otra finalidad que el conocimiento mismo.
En la Metafísica Aristóteles clasifica estas ciencias teóricas en física, matemáticas y ciencia o filosofía primera, según las interpretaciones esta ciencia primera correspondería a la teología. Decimos según las interpretaciones porque para esta ciencia o filosofía primera parecen confluir dos perspectivas teóricas, en definitiva, dos ciencias distintas que optan por el puesto de ciencia primera. Una candidata sería la teología que se presenta, en un principio, como ciencia particular, al margen de otras ciencias como la matemática o la física; y la ontología que se proclama como ciencia universal como ciencia universal acerca de lo que, en tanto que algo que es. El problema surge porque esta obra carece de unidad de composición, no es un tratado sino un conjunto de notas más o menos autónomas e independientes, lo que parece indicar es que fueran escritos en épocas diferentes pero no por ello tiene por qué presentar una doctrina inconsistente, sino que pueden perfectamente responder a un mismo proyecto teórico desarrollado desde perspectivas distintas. Muchos son los autores y las teorías que han intentado unificar y esclarecer la metafísica aristotélica. Todo parece indicar que en una primera etapa, próximo aún al platonismo, Aristóteles habría concebido la filosofía primera como ciencia de las entidades inmateriales e inmóviles, es decir, como teología. Más adelante, alejado ya definitivamente del platonismo, habría considerado a la ontología como la ciencia suprema.
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