Melancholia

“Me quedé quieto,
temblando de ansiedad,
sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza…”
Eduard Munch.

Vengo, como el verso, de la nada,
nacida bajo el signo de Saturno,
anomalía fija en el intelecto;
los hipocráticos Bilis Negra me llamaban,
como Acedia me llené de tedio y pereza;
he sido amante de filósofos y poetas,
último aliento de los suicidas,
que han sido seducidos por mi rostro.
Ahuyenté a los fantasmas de mis días
mientras Burton describía mi anatomía.


Soy el Spleen de Baudelaire,
la Melancolía de Freud,
el Saturnismo de Verlaine,
la Angustia de Munch,
la Depresión de Kräpelin,
la Náusea de Sartre.

Sigue leyendo

Lo que se espera de nosotros

Esto es un aviso. Por favor, lean atentamente.

A estas alturas, probablemente ya ha visto un Pronostic; para cuando lean esto se habrán vendido millones. Para quienes no hayan visto ninguno, se trata de un aparatito, como un control remoto para abrir el coche. Consta únicamente de un botón y un gran led verde. Si aprietas el botón, la luz destella. Para ser exactos, la luz destella un segundo antes de que aprietes el botón.

La mayoría de la gente dice que la primera vez que lo prueba es como si estuvieses jugando a un extraño juego, un juego en que el objetivo es apretar el botón después de ver el destello, y al que es fácil jugar. Pero cuando intentas romper las normas descubres que no puedes. Si intentas apretar el botón sin haber visto el destello, aparece el destello de inmediato, y por muy rápido que actúes, jamás aprietas el botón hasta pasado un segundo. Si te esperas al destello con la intención de no llegar a apretar el botón, el destello nunca aparece. Hagas lo que hagas, la luz siempre precede al accionamiento del botón. No hay manera de engañar a un Pronostic.

El corazón de cada Pronostic consiste en un circuito con un retraso negativo del tiempo; envía una señal atrás en el tiempo. Las repercusiones globales de esta tecnología quedarán claras más adelante, cuando se consigan retrasos negativos de más de un segundo, pero ése no es el objetivo de este aviso. El problema inmediato es que los Pronostic demuestran que no existe el libre albedrío.

Sigue leyendo

Rubén Darío

IMG_8558

Lo fatal

Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror…
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por

lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,

¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!…
Sigue leyendo

Podría

23231362_1970546769873818_3461618811024745986_n

Podría
escribir mil versos esta noche.
Ser un nómada de palabras con versos
disidentes en una revolución de abrazos.

Podría
moldear la aurora aplacando la furia
de un lobo sedentario cargado de rutina
que le aúlla a la ruina de una luna hueca.

Podría
ser inmortal aunque fuera muriendo en el intento
tratando de descifrar los múltiples universos
donde se descompone la causalidad del hombre.

Podría
quebrar todas las voces de odio de este país
en una espiral de masa líquida que derribe
para siempre las arbitrarias líneas imaginarias.

Sigue leyendo

Regreso al origen

pia21975-opt

Hoy nadie puede apagar la duda
que arde dentro de todos los insectos
que se adentran, uno a uno, enfurecidos
devorando las entrañas de la bestia.

Hoy nadie puede escuchar el murmullo
que olvida la última palabra brotada
del tallo ancestral que baña las arenas
del reloj que tirita al borde del mundo.

Hoy nadie verá otro ángel buscando sus alas
en un contenedor de rostros empañados donde
dos desahuciados combaten el frío con la muerte
legando a la nada sus reinos de cartón.

Sigue leyendo

El llanto

34506961_1811964722202737_477568524722634752_n

Cada lágrima enseña
a los mortales una verdad.
Platón

El llanto no limpiará las heridas,
ni la carcoma acartonada anidada en nuestro cuerpo.

El llanto no cubrirá más los surcos de nuestra desnudez inmemorial,
de nuestra incapacidad de amar el vacío.

El llanto no curará la dualidad originaria de la naturaleza de la nada
que reduce lo infinito a finito —lo metafísico a fenoménico—
en la perpetua tensión que deja abierta la grieta de la existencia.
Sigue leyendo

El hombre que creía ser humo

IMG_6802

Entre el ser y el no ser la oscuridad contonea
su figura en un universo sin gravedad.
Una nebulosa de luz, blanco sobre negro,
dibuja con sus dedos el código de su creación.

Él creía ser humo. Él sabía que lo era.
No humo sabiéndose ser humano,
sino ser humano sabiéndose humo.

La combustión de sus nervios recorre sus falanges
dejando en suspensión diminutas partículas,
de sus clavículas brotan alas invisibles, opacas cenizas
olvidan el rostro incandescente del ser que les dio la vida
precipitándose al vacío como bombas incendiarias.
Sigue leyendo

Gata Cattana

Gata Cattana.jpgSimplemente
porque es necesario.

Tu oficio, poeta,

no es almacenar palabras
eruditas,
rimbombantes,
ornamentales.

No es disponerlas en su
orden yámbico,
en perfecto soneto gongorino,
ni siquiera clasificarlas
burdamente en función
de la terminación
y la rima.

Porque tú nunca
fuiste matemático, poeta.
Tú nunca fuiste geógrafo ni físico
y no entiendes de distancias
ni unidades de medida
y no entiendes de lógica pura
ni de leyes invictas.

Sigue leyendo

Eyacular la vida

ceguera

Una ciudad cualquiera. Una noche lluviosa cualquiera. El crepitar furibundo de la lluvia golpea incesantemente la ventana de la habitación. En ella, ajenos a la ciudad, a la noche, a la lluvia y a su destino, dos jóvenes amantes…

Sigue leyendo