Poesía y locura: De Baudelaire a Foucault

Van-Gogh-tétrico

Baudelaire es considerado uno de los mejores poetas del siglo XIX, por su originalidad y perfección en la forma, es un poeta de la modernidad. Representa la figura del poeta moderno e innovador. En su obra vemos representadas las características que elogiaba Foucault acerca de la literatura y la poesía. Con Baudelaire la poesía empieza a liberarse de las ataduras tradicionales y despliega nuevos conceptos de creación poética, iniciando una manera diferente de ver la realidad.

Baudelaire y su originalidad le hacen situarse fuera de los límites, al margen de las escuelas literarias y de los cánones literarios y sociales de la época, su obra es una muestra del abandono de las formas poéticas que hasta entonces predominaban. Baudelaire inaugura nuevas y revolucionarias tendencias en la poética, dotando su obra de un verdadero sentido poético, que incluye el misterio de conflictos íntimos, una insólita angustia y una búsqueda de la explicación de fenómenos humanos que convergen en una expresión poética cargada de significación y repleta de sugerencias.

Muchos textos del poeta, muestran la originalidad de una nueva creación, la angustia y la tragedia íntima, el singular acercamiento a la vida, una concepción individual de un mundo propio. Baudelaire propone la desaparición del yo del poema, la sustitución de la presencia personal del autor dejando a un lado al poeta y centrándose en la poesía misma. Esta última frase del poema las ventanas (número treinta y cinco, contenido en su obra Pequeños Poemas en Prosa): ¿Qué importa lo que pueda ser la realidad que se encuentra fuera de mí, si me ha ayudado a vivir, a sentir que soy y lo que soy? marca esta idea, en la cual el poeta destruye el mundo creando uno verdaderamente suyo.

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